El pasado 31 de Octubre la Bruja Piruja, como cada año, se fue a robar chuches a los niños ilusionados.
Pero para su sorpresa solo se encontro con una pequeña niña leyendo en el bosque. La bruja le preguntó si tenia chuches y la niña le respondió que no le gustaban. La bruja se sorprendio, y le quito el libro para no quedarse sin nada esta noche tan especial.
Entre las ojas del otoño cojió su escoba, y como era de noche se ilumino con la luz de la luna llena.
Al emepzar a leer se dio cuenta del precioso mundo de la literatura y todo el tiempo que habia perdido robando chuches.
Paula y Maria
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